Fin de semana de películas

Este fue el fin de semana de las películas de amores imposibles y los corazones rotos. Juro que fue sin intensión. Voy a dejar lo mejor para el final, como siempre, porque se viene con historia pesonal. *suspira*

Hay spoilers, así que lean sobre lo que han visto si no quieren saber el final de las cintas.

Wreckers es una película británica de 2011 que cuenta la historia de un matrimonio joven (Foy y Cumberbatch), que vuelven al pueblo natal de él a hacer su vida de casados. Todo se complica cuando el hermano de él vuelve de la guerra y, como buenos hermanos, empiezan a discutir por las versiones de los recuerdos que tienen y queda la escoba, desenmantelando también las mentiras del matrimonio.

Me gustan los tres actores que aparecen aquí y por eso conseguí la película, pero me dejó con ganas de cachetearlos a todos. La protagonista, con cada copucha que le va contando el cuñado y los amigos de infancia de su marido, se va dando cuenta que no conoce nada de este hombre con el que comparte la cama y quiere hacer familia. Yo habría estado tan requetecontra emputecida. Por eso no hay que ponerse en el lugar de los personajes. Pero, en serio, hasta el final, cuando ella logra lo que quiere, te das cuenta en esa mirada final que todo sigue igual, que las mentiras continúan y no entiendo cómo pueden vivir con ellos mismos y el uno con el otro. Bomba de tiempo. Mal.

Por fin pude ver esta película! Me encantó Michelle Williams, y aunque me declaro hiperfan de Meryl Streep, creo que Michelle se merecía más el Oscar ahora que vi ambas películas y puedo juzgar. Es súper difícil darle vida a un ícono como es Marilyn Monroe sin caer en la caricatura, y creo que Michelle lo hizo espectacular. Vi a Marilyn en ella todo el rato, con vulnerabilidad, con sex appeal, con encanto. Me gustó verla a través de los ojos de Colin, en cuyo libro se basa la película; creo que es una muy buena interpretación y una muy buena película también. A la única que no le creí nada fue a Julia Ormond haciendo de Vivien Leigh. ¿Qué le pasó a Julia Ormond? Era tan linda. Bueno, harina de otro costal.

Ya, esta me fascinó. Había escuchado mucho de esta película pero nunca había tenido oportunidad de verla. Sabía que la habían comparado con Antes del Amanecer también y conversando con mi amiga Miggie (hola!) sobre Forget Me Not (que la comenté antes), me decidí a verla ipso facto.

Once cuenta la historia de dos jóvenes que viven en Dublín, él canta en la calle y ella es una inmigrante checa que trabaja vendiendo flores y limpiando casas. Se conocen ahí, en la calle, y se hacen amigos. A ella le gusta la música de él y él, de a poco, empieza a mostrarle más de sus canciones y terminan componiendo juntos.

No puedo no mencionar que me identifiqué mucho con la historia, sobre todo con la parte cuando van al estudio de grabación. Me llegó a dar ataque de risa lo mucho que esas escenas se parecen a lo que yo viví cuando estaba de intercambio en Canadá, desde que era la primera vez que la banda entraba a un estudio, el cero interés del tipo que estaba ahí para mover las perillas, las miradas entre todos para darse confianza y no echar a perder las tomas (porque el tiempo en un estudio, tal como sale en la película, es carísimo), a esas caras extrañas que pone uno cuando por fin se escucha cantar a través de parlantes y que terminen todos metidos en un autito enano (que hasta era rojo, igual que en mi historia!!) para ver cómo se escuchaba en una radio convencional. Recuerdo ese día y se me llena el corazón, así que verlo en una película fue emocionante, triste, nostálgico y agridulce a la vez. Siempre pienso en ese día en el estudio fue uno de los días más felices de mi vida, de esos que te hacen llorar de emoción porque no puedes creer que cumpliste un sueño pero te da susto que nunca más en la vida vuelvas a sentir esa misma felicidad.

Me emocioné hasta las lágrimas con la película, me encantaron las canciones (ya bajé la banda sonora) y, aunque esa sensación de «nooooooooo» al final igual duele, me gustó la historia completita. Quiero ver The Swell Season ahora, que es un documental que hicieron sobre cómo se hizo la película, pero no lo encuentro 😦