Salí de Santiago unos días.
Escapada al Norte

Inspiración, creatividad y buena onda. Posteo de cine, libros, música, la vida y lo que me gusta.
Salí de Santiago unos días.
Estuve de cumpleaños y esto pasó.
Aprovechando el fin de semana largo.
Fui a ver a mi amiga Ale a Coquimbo.
De las invitaciones más bacanes. ❤
Wiiiiiiiiiiii.
El fin de semana, tuvimos reunión bloguística.
Los invito al centro de Europa.
Quiero contarles del blog de mi amiga Mari.
Soy tan feliz por empezar un nuevo año. No tienen idea 😀
La semana pasada, mi amiga Vivi vino a mi casa a maquillarnos.
LLAMANDO A TODAS LAS INSCRITAS EN EL AMIGO SECRETO
Hace tiempo hablé sobre tener amig@s para distintas cosas y la discusión en los comentarios fue bien entretenida. Estuve revisando un artículo que salió en la revista Real Simple sobre los 5 Tipos de Amigas que Todas Debiéramos Tener y quiero compartirlo con ustedes. Porque soy buena onda. 🙂
Seguir leyendo «5 Tipos de Amigas Que Todas Debiéramos Tener»
Vamos a hablar del tema y les tengo una invitación 🙂
Les pido disculpas por no aparecer ayer pero llegué muerta del viaje desde el sur. Es que tanta belleza me supera. 🙂
Les quiero agradecer, desde el fondo de mi corazón, por visitarme y comentar en el blog. Sobre todo a quienes comentan todos los días. 😀
Les quiero contar sobre la tienda supertopísima que tiene mi amiga Loredana, porque les va a encantar. Lo sé.
Hace aaaaaaños que no me subía a una bicicleta (más de 10, yo creo que unos 15), así que cuando mi amiga Magdalena supo que tenía ganas de volver a subirme a una me invitó a una Cicletada. La loca de yo dije que sí.
Esta semana se fueron las libretitas donde sus nuevas dueñas. Yay.
En este día tan especial quiero presentarles a mi más fiel seguidor: Jiu, el Suricato.
El sábado celebré mi cumpleaños (yay!) con mi familia y amigos másh íntimos. Esto fue lo que pasó.
Ya deben estar aburridos de tanto resumen pero este es el último y el más importante, porque es personal. Es el que importa.
No me refiero a pegar combos, que tampoco sé y no estoy segura de querer aprender (de repente una clase de defensa personal no es malo. Mmmm). Hablo de discutir. Una lata.
No sé cómo empezar a contarles esta historia. Supongo que por el principio.
Este fin de semana hicimos el Housewarming del departamento. ¿Qué es eso? Ya les explico.
Había quedado de contarles sobre los súper eventos a los que tuve que asistir el fin de semana. Este fue el más relajado porque fui invitada a un Baby Shower. Fue mi primer Baby Shower. Fue top.
Tengo una relación complicada con el concepto de mejor amiga. O no tengo. De eso va esto.
Cuando tenía 12 años, mi abuela nos inscribió a mi y a mi hermano en un curso de inglés. Era un instituto de computación, donde el dueño había vivido siglos en Las Vegas, por lo tanto, hablaba inglés más o menos bien. Recuerdo que éramos tres alumnos: una niña, mi hermano y yo. Pasábamos toda la tarde del sábado (incluso en vacaciones) en la oficina del Director del Instituto, aprendiendo a conjugar verbos en otro idioma, llenando hojitas onda «complete la oración» e intentando hablar mejor de lo que hablaba el profesor.
Estuvimos ahí casi dos años, todos los santos sábados (sin poder ir a la playa, con lluvia, enfermos), nos cambiaron profesor y todo comenzó a fluir. Empezamos a traducir canciones (Hotel California fue la primera). Teníamos que escuchar la canción e ir sacando las palabras, solitos; o contar un chiste en español y después contarlo en inglés. Las clases eran con más gente ahora (todos más grandes que nosotros) pero lo pasábamos muy bien y aprendimos un montón.
En algún momento odié ir a clases y estuve a punto de no ir más, pero justo llegó esa época en que todo adolescente se enamora de The Beatles y yo necesitaba traducir todas sus canciones. Todas. De ahí a ver películas sin subtítulos, obligándome a entender, fue un paso minúsculo.
Le agradezco a mi abuela el habernos semi-obligado a tomar clases de Inglés. Las puertas que nos ha abierto son incontables. Al llegar Internet a mi casa, de pronto el mundo se hizo muchísimo más grande, más diverso, más interesante. Ya no tenía que leer los clásicos españoles del colegio, podía leer a Shakespeare en su idioma original o tener acceso a un montón de libros en inglés que jamás pensé poder leer antes.
Pero lo más importante que logré gracias al idioma fue hacer amistades. Poder entender otra lengua y hacer click sin miedo en grupos de yahoo u otros, me permitió aumentar mi vocabulario y conocer gente de otros países, aunque fuese a través de la pantalla. Hice amigos por las series de televisión que me gustaban (XFiles, principalmente).
Tengo un par de amigas por Internet hace más de 12 años. Nos escribimos menos pero todavía estamos ahí. Nunca nos hemos visto en vivo y en directo, pero nos saludamos todos los años para nuestros respectivos cumpleaños. Nunca nos hemos olvidado de cómo nos conocimos, todo el jugo que dimos intentando conocer esta cosa nueva llamada Internet; las metidas de pata, las bromas, los gráficos, el pirateo principiante.
Hablar inglés es una herramienta, sí. Te puede ayudar a encontrar un mejor trabajo, puedes viajar y no perderte, sobrevivir en la jungla anglo; pero para mí fue una herramienta para no estar sola, para abrir el navegador y conversar de todo con gente que sentía lo mismo que yo, que me dio consejos y que me retó fuerte a veces. Mi blog en inglés tiene 12 años y aunque ha pasado harta gente por ahí, el grupo de amigas que hice sigue constante, fiel, preocupado y presente, en todas. En eso pienso cuando recuerdo cuánto odiaba tener que pasar todos mis sábados encerrada frente a un pizarrón. Gracias, abuela.