5 Conciertos de Ensueño

No soy muy de ir a conciertos pero culpo a que las bandas que me gustan (que son pocas) no vienen a Chile. sadface. Por eso cuando aparece una que me gusta un poco, corro a comprar la entrada porque es como LA oportunidad que tengo de escuchar música en vivo. Por lo mismo, hay gente a la que quiero ver en vivo, con toda la esperanza de mi corazón, y así nace este Top 5.

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5 Canciones de Tori Amos

rOmii sugirió que hiciera Top 5 de las canciones que más me gustaban de mis bandas/artistas favoritos. Como un Top de Tops. Así que aquí está el primero, de Tori Amos, obviamente. Con videos y links para compartir y fotos lindas. Si les dije que las sugerencias iban a publicarse con tutti. 🙂

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Canciones sobre la mamá

En la mañana mi amigo (personal e intransferible) Max tuiteó Feliz Día Mamá citando Rapsodia Bohemia de Queen y me encantó, jaja, porque otra amiga tuitera le contestó citando Mamma Mía de Abba. Así que me puse a pensar en otras canciones que estuviesen dedicadas a la mamá. Me fue pésimo. Pero después llegaron a mi cabecita loca puras canciones de Tori Amos que tienen que ver con la mamá, así que decidí compartirlas igual porque son lindas.

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5 Covers que me encantan

Nunca me gustaron mucho los covers. Siempre fui como purista de la música y aceptaba solamente las versiones originales de las canciones que me gustaban. Mi primer acercamiento a ellos fue, obvio, por Tori Amos, que hizo covers de los Rolling Stones (Angie) y Stevie Nicks (Landslide) y no me llamaban mucho la atención. Hasta que hizo el Strange Little Girls, un disco entero de covers de canciones, y ahí canta Enjoy The Silence de Depeche Mode y la amé.

Debo reconocer que hay covers que son muy buenos y algunos, incluso, que me gustan más que la versión original! Qué loco. Aquí van los 5 que más me gustan, tanto o más que la original.

Top 5 Covers

05. Charlotte Martin – Just Like Heaven (The Cure)

Porque después de escuchar la original, que es dinámica y hasta entretenida ashí, la versión de Charlotte Martin es la contraparte melancólica, femenina y romanticona. Y porque me gusta cantarla también.

04. Kate Nash – Fluorescent Adolescent (Arctic Monkeys)

Me gustan los Arctic Monkeys por los beats definidos de los instrumentos y por la voz de Alex Turner. Tiene un timbre reconocible en cualquier parte y ese acento británico fuerte que le da el toque especial a las canciones. Kate Nash tiene lo mismo y hace realidad el sueño de todas nosotras al cantar esta canción que es INCREIBLE. La amo.

03. Darren Criss & Lea Michele – Don’t You Want Me (The Human League)

Siempre me ha gustado esta canción y casi me dió un soponcio cuando, viendo Glee por Darren Criss (obvio) escucho los acordes y empiezan a cantarla. De verdad. Casi me muero. Y desde ahí que la escucho y la escucho y la escucho y cada vez me gusta más. Ah, dejé de ver Glee, eso sí, muy mala. Pero esta canción es buenísima.

02. Arctic Monkeys – You Know I’m No Good (Amy Winehouse)

Ya saben por qué me gustan los Arctic Monkeys y, aunque nunca me gustó Amy Winehouse, la versión que los monos le hacen a esta canción me fascina. Sobre todo la parte final, creo que le queda tan bien a la voz de Alex Turner que me la repito siempre. No puedo no escucharla. Es la misma canción pero tiene una onda tan bakán.

01. Mark Ronson – Just (Radiohead)

Sólo le gana a los Monos porque esta es una de mis canciones favoritas de Radiohead, es decir, amo la original. Me gusta esta versión hecha por Mark Ronson porque si la original ya me provocaba ganas de bailar y cantar y tocar la guitarra de aire, esta versión las aumenta. Es como groovy y me encanta.

 

BONUS TRACK

Karmin – Set Fire to the Rain (Adele)

No sé si conocen a Karmin pero yo se las presentó. En realidad no es una persona, es un dúo de jóvenes que hacen covers y los postean en youtube. Él toca el teclado y ella canta y por Dios que canta. En su página en youtube tienen hartos videos de covers, les dejo más abajo otro que es el cover de Look at Me Now (increíble!), pero el que más me gusta es el de esta canción de Adele. Creo que les sale muy bueno y escucho más esta versión que la original.

 

Ahí tienen mis favoritos. Si comparten los suyos, no me enojo!

Viernes de música: Duncan Sheik

Para este fin de semana elegí algo más tranquilo, considerando que estamos todos descansando y/o aprovechando el fin de semana largo en otra ciudad, haciendo otras cosas.

Duncan Sheik es un cantautor y compositor estadounidense. Lo conocí gracias a mi amiga Sarah que es fanática de él y que me prestó un CD virtual por allá por el 99. Yo, en medio de mi amor por Tori Amos, pude apreciar el talento demostrado por Sheik en su disco debut, con sus melodías claras, sus palabras sencillas y sus canciones redonditas. Me obsesioné con «Barely Breathing«, una balada que todavía tocan a veces en las radios chilenas y que siempre me hace cantar a todo pulmón.

Justo en esta época fui a ver al cine Grandes Esperanzas, esa película dirigida por Alfonso Cuarón, donde Ethan Hawke dibuja y Gwyneth Paltrow se viste de verde y es mala onda. Ahí Duncan Sheik pone su granito de arena en la banda sonora con Wishful Thinking, que se transformó en la canción principal para promocionar la película. Las locas coincidencias de la vida hacen que, al menos para mí, vuelva a estar conectado con Tori Amos, quien también hizo una canción para la película, Siren.

Todo lo que había escuchado hasta el momento, me gustó. Así que empecé a buscar los otros discos que no tenía. Así encontré Humming (98), Phantom Moon (01) y Daylight (02). En este último Duncan incorpora un par de canciones que yo llamaría ‘bailables’, gracias a sus bases electrónicas. Daylight es lejos mi disco favorito de Duncan Sheik; recuerdo que podía escuchar las cinco primeras canciones durante días. Entre ellas On a High, Start Again y Genius, ahí con link para que puedan escucharlas.

Mención especial hiper merecida para dos canciones en ese disco: For you, porque es de esas ‘cancioncitas’ piolas pero que dicen mucho sin hablar harto y porque es linda y romanticona; y Half-Life, por ser una de mis canciones favoritas de la vida y porque todavía me provoca mariposas en el estómago cada vez que la escucho.

Aquí, Sheik decide emprender un camino completamente diferente y dedicarse a componer la música para un musical de Broadway. Este nuevo trabajo lo mantuvo ocupado por tres años, con dedicación exclusiva, pero todo el esfuerzo valió la pena. A fines de 2006 se estrena Spring Awakening, que al año siguiente ganaría una tonelada de premios Tony, incluyendo dos para Sheik por Mejor Orquestración y Mejor Partitura para un Musical.

Spring Awakening es mi musical de Broadway favorito y el culpable es Duncan Sheik. Se encargó de crear canciones modernas para una historia en una época complicada – fines del siglo XIX-, logrando traspasar el sentimiento de no pertenencia de los protagonistas y el despertar de sentimientos todavía no entendidos. No quiero hablarles demasiado del musical porque me gustaría dedicarle un post completo, se lo merece. Una muestra, de todas formas, acá abajo.

Después de colaborar en la banda sonora de la película American Psycho, Sheik lanzó un disco de covers de canciones de los 80 y hace dos años editó nuevo disco de estudio y realizó una gira corta por Estados Unidos, siempre apelando a su estatus de artista independiente con un sonido alternativo. Ahora trabaja en un nuevo musical para Broadway, esta vez basado en Alicia en el País de las Maravillas. Si logra crear algo la mitad de lo bueno que fue Spring Awakening, yo creo que le va a ir muy bien.

Cosas que amo: Neverwhere

Iba a escribir de otra cosa pero me atraganté cuando vi Neverwhere en mi lista de cosas para postear. Es mi libro favorito de la vida, entonces ¿cómo no escribir de él y aprovechar de escribir de Neil Gaiman? Uy, me dio dolor rico de guata.

Advertencia: este post puede ser larguísimo y fangirly.

Neverwhere es un cuento de fantasía, sobre un Londres que existe debajo del Londres que conocemos. Es un lugar donde las ratas tienen monarquía, los humanos les sirven, hay cortes y mercados y gigantes y guerreros y malos malosos, obvio.

Todo empieza cuando Richard Mayhew se muda a Londres y empieza a ordenar su vida con trabajo, novia, amigos, todo bien. Hasta que un día encuentra a una niña sangrando en la calle y decide ayudarla. De ahí en adelante, su vida cambia para siempre, desapareciendo del mundo real y existiendo sólo en este Londres subterráneo, donde debe enfrentar a monstruos (sus propios monstruos) para poder conseguir la ayuda de un ángel, quien lo devolverá a su hogar y le entregará a la niña la verdad sobre el destino de su familia.

¿Ven? HISTORIÓN. Y eso que no les conté que tienen que hacerlo todo contrareloj porque hay un par de malulos que persiguen a la niña que Richard encontró, que tienen la ayuda sólo de un reconocido embaucador y que el tiempo es corto porque como que viene el Apocalipsis. Casi.

Amo Neverwhere porque es rápido de leer, es entretenido, tiene personajes increíbles y si te gusta Neil Gaiman, puedes encontrarlo en cada centímetro del libro. Es tan él. Hay mercados (en todos sus libros hay mercados!) y gente extraña que no habla y cosas inanimadas que son graciosas y un par de malos malosos a quienes amo más que al protagonista y eso es decir mucho porque Richard Mayhew es perfecto. Para mí. En general. Le amo con locura. Pero los malos me hacen tanto reír y me dan escalofríos y qué ganas de que salieran más.

Neverwhere fue una serie de televisión primero, que Neil Gaiman escribió para la BBC después de terminar Sandman (todos conocen Sandman, ¿no? Bien). Pero no quedó contento con el resultado así que se puso a escribir la historia como él quería contarla, sin productores ni presupuestos de televisión entre medio, y Neverwhere es el resultado. Libro más lindo del mundo.

Llegué a Neil Gaiman por Tori Amos. Tori mencionaba al tal Neil en varias canciones y, como tuve que investigar para poder entender algunas de ellas, descubrí que se trataba del creador de Sandman, Stardust, American Gods, Anansi Boys, Good Omens y un montón de otros libros, incluso algunos para niños. Una muy querida amiga, fan también de Tori Amos, me mandó Neverwhere para mi cumpleaños hace siglos y recuerdo que lo terminé y a los dos minutos ya estaba leyéndolo de nuevo. Me fascinó. Lo leo todos los años.

Otro día podría hablarles de la amistad súper cool entre Neil y Tori. Por ahora les digo que desde que se hacen guiños artísticos en los libros o canciones que escriben, siempre fueron de mis celebridades/personajes favoritos. Leer el libro de uno mientras escuchaba el CD de la otra era el cielo mismo, aunque Tori siempre me ha dado la sensación de estar medio loca, entonces como que me da susto pensar en conocerla.

Neil no. Neil es sencillo, no presuntuoso. Así escribe y así es. Es medio callado, tranquilo, habla despacito, anda siempre vestido de negro (chaqueta de cuero incluida a veces), con el pelo desordenado sin importar cuánto intente peinarlo (algo de Harry Potter tiene), y los bolsillos llenos de lápices y plumones porque siempre hay alguien que quiere que le firme algo y él nunca se niega.

Hace años que mantiene Neilgaiman.com, donde él escribe sobre lo que está haciendo, en qué está trabajando, sobre su familia y sus perros. Neil también fue fan (de la ciencia ficción, de los cómics, de bandas de rock en los 70), entonces entiende la necesidad del fan de conectarse con su objeto de admiración (sanamente, obvio) y de ir a ferias de libros y convenciones de fans y conversar con ellos.

Neil tuvo la suerte de conocerme, en Edinburgo, el 19 de agosto de 2009. No es que yo celebre ese aniversario todos los años con una velita ni nada, ah? Nada que ver.

Si yo amaba a Neil Gaiman antes de conocerlo, después de poder conversar con él mientras firmaba mi copia de Stardust (idiota yo, debió ser Neverwhere pero no la llevé, ARGH) terminé más contenta y fan que antes. Mientras yo tiritaba, él tiró la talla y ahí full relax los dos. (Él dice que igual se pone nervioso al conocer a los fans y yo estaba conociendo a mi ídolo así que el manojo de nervios no era yo no más).

Nunca lo encontré rico, no. Mi admiración va por otra parte. Me gustaría vivir en su cabeza un día y ver qué historias están dando vuelta por ahí, encontrar la segunda parte de Neverwhere, que siempre dice que la va a escribir y hasta ahora nada (dicen que está trabajando en el guión para una película y yo ya tengo a todos los personajes con actores elegidos! Ya po, Neil, que se me van a poner muy viejos algunos).

Ese es mi libro favorito y mi autor favorito, claro. Apuesto que pensaron que era Harry Potter, ah? Nop. O sea, sí, me encantan pero cuando pienso en Neverwhere, me da maripositas en la guata altiro, es una sensación de alegría tan grande, tan «tengo que leerlo de nuevo», que es imposible que otro libro sea más importante que este. My precioussss.

Viernes de Música: Sara Bareilles

Me gusta la música que pueda cantar. Me gusta la música que me provoque alguna reacción física. Me gusta la música que pueda cantar. Si sé que lo puse dos veces pero así de importante es ese factor para mí. Tras años escuchando a Tori Amos, encontré nueva musa cantística y su nombre es Sara Bareilles.

Sara Bareilles es de San Francisco y se hizo conocida en el mundo entero con Lovesong, donde pegajosamente le decía a un tipo no voy a escribirte una canción de amor porque la pediste, porque necesitas una; no voy a escribirte una canción de amor porque dices que así lo lograré; no voy a escribirte que te quedes; voy a necesitar una mejor razón para escibirte una canción de amor hoy.

Todos pensábamos que le cantaba a un potencial amor pero en realidad Sara le estaba cantando a los ejecutivos del sello discográfico, quienes le habían pedido que escribiera una balada azúcarada para lanzarla al circuito y a ella se le ocurrió hacer lo opuesto. Genia. Porque le resultó.

Esa canción es de 2009 y durante un viaje de trabajo tuve la oportunidad de sentarme tranquilamente a escuchar el disco Little Voice completo, una y otra vez. Me gustó pero no me mató. Lo escuché harto pero no en exclusiva.

Después lanzó su segundo disco, Kaleidoscope Heart. Los segundos discos siempre siembran dudas sobre los artistas, son la prueba de fuego tras el éxito inicial, pero a Sara le fue fantástico: vendió más, fue nominada al Grammy y hasta participó como jurado en un programa de talentos en Estados Unidos, dándole más pantalla y oportunidades de mostrar su trabajo como compositora y cantante.

Aquí es donde cambia la cosa para mí, porque antes del programa de concursos, Sara grabó un DVD en vivo en un viejo teatro en su natal San Francisco. Sara Bareilles Live at the Fillmore me rompió. Encontré parte de la actuación en youtube y los primeros acordes del piano ya me tenían rendida a sus pies. Sara no es igual en vivo. Es mejor.

Es raro que un artista suene igual en vivo y en el disco. Es rico sorprenderse cuando eso pasa y una decepción total cuando nos damos cuenta que la voz grabada tiene tantos arreglos que escuchar a un cantante en vivo es como ir a ver al doble, y a uno no muy bueno (Te estoy mirando a ti, Britney).

Cuando pasa lo contrario y ves que la música y la voz suenan igual o incluso mejor en vivo que en el disco, como que me viene el soponcio. Eso me pasó con el DVD. Volví a escuchar canciones que ya conocía, como Morningside, pero la versión en vivo es tan increíblemente mejor, tan cantable, tan maravillosamente ohmygod, que rápidamente se convirtió en mi canción favorita de ella y en una de mis top 5 de todos los tiempos. La escucho todos los santos días, la canto todos los días, me sale pésimo pero no me importa. AMO ESA CANCIÓN.

Me pasó lo mismo con casi todas, en realidad, porque me sorprendió Sara. Me sorprendió lo relajada que es, me gustó que tocara el piano sin zapatos o con zapatillas Converse (estaba acostumbrada a Tori y sus tacos bien altos), me gustó que tirara la talla con sus músicos y con la gente, que se riera y dijera garabatos y que se note que ama estar frente a miles de personas, tocando el piano y tocando sus canciones, y tiene tantas canciones lindas.

Hay hartas cantautoras dando vueltas por ahí, pero de todas, Sara Bareilles es la que más me gusta. La encuentro menos quejumbrosa, menos «odio a todos los hombres porque me engañaste», menos mala onda en su trabajo y por eso me gusta y la escucho y la canto. Por top.

Les dejo dos videos de Gravity, porque es una preciosa balada de amors. Este es el video oficial…

Esta es la versión del DVD en el Fillmore.

Juzguen ustedes.

Los sueños

Anoche tuve una semi pesadilla. Soñé que se moría mi perro y desperté con un sentimiento enorme de angustia y con los ojos llenos de lágrimas. Horas después, recuerdo patente la imagen de mi perro agonizante pero no es algo raro en mí, el recordar.

Tengo sueños muy reales. A veces sueño en blanco y negro pero generalmente lo hago en colores. A veces sueño en español, a veces en inglés. Generalmente ni me acuerdo qué soñé, pero cuando sí sueño, esas imágenes se quedan conmigo para siempre, son así de poderosas.

Hace varios años empecé a escribir lo que soñaba, como parte de la terapia a la que me sometí para sobrellevar las crisis de pánico/angustia que sufría y, a nivel más personal también, para saber de una vez por todas si tenía sueños premonitorios. Me había pasado algunas veces que esos deja vu no eran tales, sino que habían sido imágenes que había visto en sueños. Revisar las páginas de ese diario de sueños me ayudó a descubrir que a veces sí le achunto en adelantarme a las cosas, sin querer, de la nada.

Tengo sueños que son mis favoritos, tanto así que si yo supiese dibujar o pintar, ya los habría puesto en un lienzo. El primero es algo terrorífico porque involucra terremoto. Mi hermano y yo vamos de la mano de mi abuela caminando por un parque (nunca lo hicimos en la vida real), pero vamos caminando como cualquier otro día cuando la tierra se empieza a mover. Empezamos a correr porque el piso (de color anaranjado) se abre y rápidamente cae detrás de nuestros pies. Yo me quedo atrás, veo cómo se despedaza el pavimento y ahí despierto.

El segundo, mi favorito, es una mujer colorina (insisto que es Tori Amos) corriendo por unos pastizales. En el sueño puedo sentir la urgencia de la mujer, de encontrar albergue, de escapar de ese alguien o algo que la persigue. Puedo escuchar la canción «Hotel» mientras ella corre y entra a una cabaña abandonada e intenta esconderse entre la nada porque el que la persigue quiere terminar con ella. Siempre digo que si Hotel (la canción) hubiese tenido video, tendría que haber sido este sueño; porque lo sentí siempre tan real, tan adecuado a la letra… yo creo que influyó en que esa canción se convirtiera en mi favorita.

Ya no escribo mis sueños y los recuerdo muy poco últimamente, supongo que porque estoy más tranquila mentalmente, ya no quiero lo inalcanzable y eso pone contento mi corazón. No es que no quiera nada pero aterrizar las metas ayuda a la salud mental. Igual tengo un sueño guardado, escrito, imposible de olvidar; un sueño que vive en mi memoria y recuerdo todos los días; un sueño que tiene fecha y que espero con algo de terror que llegue ese día, rogándole a todos los dioses que no se haga realidad. Voy a tener que esperar hasta julio para ver si ocurre (espero que no).

Viernes de Música: Tori Amos

Quería hacer algo entretenido y medio temático el viernes y como se supone que se viene el carrete y/o el tiempo libre para relajarse, decidí instaurar el Viernes de Música. Así, revisan mis súper recomendaciones el fin de semana y después me cuentan qué les pareció, etc.

Me costó elegir con quien empezar pero, a fin de cuentas, no podía no empezar con Tori Amos. Durante más de 15 años, Tori Amos fue mi banda sonora. Escuchaba sus discos todos los días, sin exageración. Al menos una canción aquí y otra allá, pero Tori estaba siempre en mis oídos, aún lo está. Es como dice la canción: «en la vida hay amores que nunca pueden olvidarse» y eso es lo que siento con ella.

Tenía 16 años cuando me la encontré haciendo zapping. Paré en HBO y escuché un piano, al ver la palabra «Winter» en la pantalla me quede pegada y nunca más pude zafarme. La canción era tan preciosa que me quedé ahí, mirando la pantalla, sin poder pestañear. A pesar de tener cero plata, corrí a la disquería más cercana a buscar lo que tuvieran de ella (dos discos, un cassette). El affair había comenzado.

Podría escribir 500 páginas sobre cada canción de Tori Amos que amo, pero no los quiero aburrir. Sí les puedo decir que con el tiempo han ido cambiando, a veces odio las más lentas y otras veces las amo. Me fascina cantarlas. Todas. Tenemos un timbre de voz similar así que funciona de maravillas (para mí).

Después de escuchar Winter y de entender la mitad (no sólo porque no sabía tanto inglés como ahora, sino que por lo complicado de la letra en sí), sentí ese bichito catete que te obliga a investigar y a conocer más de algo. Durante mucho tiempo disfruté intentando descifrar qué exactamente quería decir Tori en sus canciones porque, y esta es mi parte favorita, no eran romanticonas del tipo «¿Por qué me dejaste?» o «Te amaré por siempre». No. Tori envía el mismo mensaje pero con un vocabulario y una imaginación que te envuelve y te hace querer seguir a las canciones hasta que resuelvan su conflicto.

Mi disco favorito es «From the Choirgirl Hotel» (la portada, arriba). Es el disco más «oscuro» de Tori. El piano se escucha como nunca antes, ya no es algo limpio y clásico sino que distorsionado, unido a guitarras y baterías y letras que hablan de la parte más oscura del ser humano. Es un disco oscuro en su concepción y en su promoción pero incluye canciones iluminadísimas.

by Ken Meyer Jr.

Escucho menos a Tori ahora, pero sigue teniendo un lugar importantísimo en mi vida. Creo que nunca podría dejar de escucharla cantar. Sueño con el día en que pueda estar frente al piano, frente a la peliroja que con sus canciones provocó inquietud en mi, querer saber más, descubrir metáforas y sonidos que dan escalofríos, pero de los buenos. Espero que algún día pueda hacer ese sueño realidad.

(Les dejo mi favorita, para que escuchen: Hotel)