Cosas que amo: Los Juegos del Hambre

Iba a escribir de estos libros la semana pasada pero tenía que escribir de Neverwhere primero, siempre primero. El jueves estrenan la película así que, con el corazón en la mano y las expectativas por el cielo, les quiero hablar/recomendar estos libros llamados Los Juegos del Hambre.

Los Juegos del Hambre (The Hunger Games) son una trilogía escrita por Suzanne Collins. Como no quiero arruinarles la película, les voy a hablar más del primer libro que de los otros dos e intentaré hacerlo sin spoilers. Vamos que se puede!

Todo comienza en el futuro, en un mundo post apocalipsis donde hay una ciudad central (el Capitolio) y 12 colonias alrededor de él, en un país llamado Panem (donde solía estar Estados Unidos). La gente del Capitolio vive en la opulencia, mientras el resto de las colonias les entrega materia prima, pero mientras más lejos del centro (mientras más alto el número), menos regalías, menos comida, menos todo.

Después de la guerra, el Capitolio no hayó nada más entretenido que castigar a las colonias rebeldes instituyendo Los Juegos del Hambre, un campeonato anual donde cada colonia envía a dos tributos (un hombre y una mujer, elegidos vía papelito entre quienes tengan de 12 a 18 años) a competir hasta la muerte. El que termina vivo gana. Gana vida, gana dinero, gana fama y gana comida para su distrito.

El libro está escrito en primera persona (algo que generalmente odio pero aquí funciona demasiado bien), así que vemos todo lo que pasa a través de los ojos de la protagonista: Katniss Everdeen, una muchacha de 16 años que vive en el Distrito 12. Es una chica pequeña en contextura pero con un fuerte carácter, ya que tuvo que hacerse cargo de su familia luego de perder a su padre, así que sale a cazar al bosque, intercambia productos y lleva la comida a la casa, donde vive junto a su hermana Prim y su mamá.


Cuando Prim es elegida como tributo del Distrito 12, Katniss no lo soporta y se ofrece como voluntaria para ir a los Juegos. Eso la pone en el ojo del huracán porque es raro que, a excepción de los Distritos 1 y 2, alguien quiera ir a los Juegos. Todos ven lo que ocurre en ellos a través de la televisión y es casi obligatorio para los ciudadanos de Panem ver cómo los suyos se baten a duelo con otros jóvenes, con niños a veces, todo como castigo por rebelarse contra el Capitolio.

Y así empieza la historia, con Katniss y su preparación para participar en los Juegos, desde su entrada al Capitolio, a cómo va desarrollando habilidades en la cancha para poder sobrevivir. Ahí podemos ver lo brutal que es la naturaleza de los Juegos, cómo es imposible confiar en alguien (a lo Mulder!) y saber que tarde o temprano Katniss va a tener que matar a alguien, sin importar quién sea, porque el futuro propio y el de las familias en casa está en juego.

Los Juegos del Hambre es de esos libros que te toman y no te sueltan hasta el final del tercero. Yo los leí por primera vez hace más de un año y aún recuerdo cómo se me llenaban los ojos de lágrimas a cada rato, cómo se me paraban los pelos con algunas escenas de los Juegos mismos, cómo en algún momento (sobre todo durante el segundo libro), tuve que dejarlo a un lado porque era demasiado seguir leyendo, sentía dolor de guata, visceral, pero no podría dejar de leer. Lamentablemente, no les puedo contar nada de la trama de los otros dos libros sin arruinarles el final del primero. Sorry.

En el primer libro aparecen personajes increíbles y que siempre mantendré cerca de mi corazón fanático, empezando por Peeta Mellark, el tímido hijo del panadero del pueblo que es elegido como tributo por el Distrito 12 junto a Katniss. Uno nunca sabe qué pensar de Peeta (o sabe desde el principio y se niega a aceptar los cambios que se ven en el libro) y eso lo hace interesante. Peeta es encantador pero puede ser hiriente, egoísta, un imbécil cuando quiere.

Al otro que amé de inmediato fue a Haymitch, el mentor de los tributos del Distrito 12, ‘honor’ que ostenta por haber ganado alguna vez los juegos. Es el único ganador que ese distrito ha tenido y Haymitch, derrotado por tanta muerte cerca y otras cosas que ya descubrirán, no está ni ahí con su tarea de mentor y lo único que hace es emborracharse. Hasta que conoce a Katniss y a Peeta.

Hay muchos más personajes, por supuesto: están los tributos de los otros 11 distritos, la gente que hace los juegos, el Presidente de Panem, el mejor amigo de Katniss (Gale); pero Peeta y Haymitch siempre han sido mis favoritos del primer libro.

Se los recomiendo a ojos cerrados, con pelos parados y dolor de guata. Se los he prestado a amigos y familiares y TODOS los han encontrado entretenidísimo de leer, rápidos e intensos. Hasta mi abuela de 83 años los leyó, aunque tuvo que dejar el tercero a medias porque ya no soportaba tanto OMGWTF.

Queda poco tiempo pero si pueden leerlo antes de la película, háganlo. O si les da lo mismo el orden (yo prefiero leer el libro primero), vean la película el fin de semana pero lean el libro igual porque estoy segura que les va a gustar. Les he recomendado puras cosas buenas y ¿cómo voy a empezar a fallarles ahora? IMPOSIBLE.

Obviamente, el viernes se viene post de la película. No tienen idea lo emocionada que estoy de verla, aunque alegué un buen rato por el cásting de Katniss, ahora me importa nada, quiero ir a verla ahora ya. Ojalá sea buena, por favor. El viernes les cuento.

Actrices: Rachel Weisz

Rachel Weisz llegó a mi vida como a la vida de muchos de ustedes, imagino, en La Momia. Yo creo que ni ella imaginó jamás lo que esa película iba a hacer por su carrera, porque harto mala que es, aunque entretenida. La bibliotecaria más loca del mundo en una historia fantástica por donde se le mire. Me gustó altiro Rachel Weisz y quise ser bibliotecaria como ella (me duró re poco ese deseo igual).

Me gusta Rachel Weisz porque es talentosa. Ha tenido la sabiduría de matizar su carrera con películas dramáticas y comedias, con historias de época y cuentos contemporáneos, dándole vida a la jovencita de la película o a la mujer fuertona, sufriendo y riendo, pero siempre creíble.

Además, es minísima. Ya me quisiera yo ese cuerpazo. Consideren que Rachel tiene más de 40 años y se ve de quince menos, sin importar el Photoshop que le apliquen en L’Oreal cuando hacen las campañas para sus cremas. Rachel es hermosa igual, con o sin arrugas alrededor de los ojos. Esa es la parte que no entendieron en la firma de cosméticos.

Desde La Momia que sigo a Rachel Weisz y sí, he tenido que verla en bodríos, pero mirando la filmografía (y hoy sí tuve que hacer trampa y mirarla, para las otras entradas había escrito todo de memoria) no han sido tantas y he disfrutado casi todos sus films. Revisemos.

Rachel, antes de La Momia, hizo Swept by the Sea, esa película lacrimógena donde Vincent Pérez era un náufrago y se enamoraba de la chiquilla del pueblo y recuerdo que hubo como cuatro películas similares esa década. Mmm. Pero después viene The Land Girls y por Dios que amé esa película. Es sobre cómo las mujeres que se quedaron en casa (porque los hombres se fueron a la guerra) tienen que sobrevivir, las penurias que pasan y las amistades que forman. Salen hartos actores que me encantan y la película es muy, muy buena. Se las recomiendo.

Tras hacer papeles chicos en películas como About a Boy, más Momias, The Runaway Jury, se vienen dos películas en las que brilló con razón: The Constant Gardener y Constantine. Miren los títulos, recuerden las películas, no pueden ser más diferentes pero Rachel logra darle vida a dos mujeres que pasan por realidades absolutamente desiguales y ser creíble en ambas.

Confieso que me gusta más Constantine. Amo todo lo que esa película elige ser, hasta Keanu Reeves, a quien en este caso le sirve tener una sola expresión facial y dejar que los demás actores hagan la pega por él. Aquí Rachel hace de hermanas gemelas, una súper mística y otra que se niega a aceptar la existencia de los demonios y demases. Me encanta. Aparte que sale Tilda Swinton haciendo lo que mejor sabe hacer: confundirnos con su sexualidad, su actuación y su todo.

Quiero mencionar The Fountain, que mucha gente odió pero que a mi me hizo llorar a mares. La encontré preciosa, por primera vez y después de mucho me gustó Hugh Jackman; también me gustó la música, los efectos especiales, la idea de la historia y Rachel, claro.

En lo último que la vi fue en The Deep Blue Sea, de la que hablé hace un par de semanas. Si tuviese que elegir una de sus película basada en esa época, en todo caso, elegiría Enemy at the Gates porque pucha la película entretenida. Jude Law y Joseph Fiennes intentan localizar y aniquilar, claro, al tirador enemigo que les está haciendo pebre las tropas: Ed Harris. Rachel hace de una rusa que pelea para poder salvar a su familia y se involucra con el personaje de Law, pero eso es lo de menos; la película es tan rápida, está tan bien hecha que yo transpiro con los soldados, aunque estén en la nieve, de puro nervio porque OH MY GOD.

Ya. Les recomendé hartas películas de Rachel, así que cuando tengan tiempo, dénles una oportunidad. Hasta las antiguas, difíciles de conseguir. Son todas, todas buenas. Y Rachel, maravillosa en ellas. Me declaro su súperfan.

Cosas que amo: los dramas koreanos

Todo comenzó hace un par de años, cuando una muy querida amiga, sin saber en lo que se estaba metiendo, me pasó tres DVDs donde venía entera una serie llamada Coffee Prince (El Príncipe del Café). Yo, inocente paloma, puse el primer DVD en el reproductor y no paré hasta llegar al episodio 8 porque OH MY GOD. Siempre me gustó ver televisión pero desde que habían cancelado los Archivos Secretos X que no sentía esa necesidad imperiosa de ver el episodio siguiente, sólo para saber si pasaba algo entre los protagonistas o no.

Las series coreanas son como nuestras teleseries/telenovelas, sí; pero son más cercanas a los cuentos de hadas. Generalmente aparece la chica pobre que se enamora del millonario, pero no caen en cliché; son tan encantadoras, tan lindas, tan tiernas y tan ñoñas a veces que hacen que te mates de la risa y que quieras ver más y más. El caso de Coffee Prince (en al foto) es único, en todo caso. A quien se la he prestado ha debido sufrir por la adicción que provoca, esa necesidad de no poder ponerle Stop al DVD y de seguir viendo capítulos de más de una hora de duración, uno tras otro tras otro y otro más, porque es así de entretenida y uno quiere saber si va a pasar algo más ahora YA.

Para quienes no saben, Coffee Prince se trata de un joven millonario que abre una cafetería atendida exclusivamente por hombres (para atraer a la clientela femenina, ¿ven? Brillante). El problema es que se le inmiscuye una chiquilla, disfrazada de muchacho, y empieza a trabajar en la cafetería. Ver al pobrecito cuestionarse toda su vida porque como que empieza a tener sentimientos por este compañero de trabajo es tragicómico, adorable y maravilloso, todo junto.

De las series, salté a las películas coreanas y tampoco me han decepcionado. Yo no veo películas de terror eso sí, pero los dramas coreanos no tienen nada que envidiarle a la comedia romántica más éxitosa de Hollywood. He visto historias hermosas de época, contemporáneas y otras muy graciosas. Claro que hay películas malas también o tener (subrayado, destacado) que ver películas y series enteras sólo para ver a Daniel Henney, el único actor coreano que sale en ene cosas coreanas pero no habla una palabra de coreano!!! O sea, mírenlo! ¿No verían lo que fuera si saliera en la pantalla? ¿Ah? No me juzguen, ¿ya?

¿Por qué las coreanas y no las japonesas?

  1. Las series coreanas son un poquito más largas, entonces hay más desarrollo de historia pero sin dar la lata. Yo prefiero así porque si me gustó algún personaje o actor/actriz, tengo más capítulos para verlos.
  2. Revelan un poquito más porque parece que los coreanos no son tan conservadores como los japoneses. Mish. ¿Quién lo hubiese pensado?
  3. He encontrado actores coreanos bastantes buenos de cara/cuerpo y hay que tomar eso en cuenta también, no?
  4. Tienen mejor desarrollo de personajes. En las japonesas que he visto, hay personajes que salen en un sólo capítulo y después aparecen al final y es como plop. Además, como son más cortas, apuran mucho el asunto y a mi me gusta la tensión, el comerme las uñas, el gritarle a la pantala YA PO HASTA CUANDO?!?!?
  5. El amor suena distinto en coreano. A pesar de ser un idioma tan diferente, ya me acostumbré a que cuando hablan despacito y se susurran al corazón dicen cosas tiernas, lindas y me hacen suspirar.

Finalmente, veo dramas coreanos por mi actriz coreana favorita, de la cual nunca recuerdo el nombre porque se llaman todos igual (uff!), pero jamás podría olvidar su cara. Eso de que tiene los dientes chuecos le da un noséqué mayor y hasta cuando hace de súper pobre y come arroz en el suelo, la encuentro total. No es hermosa pero tiene una personalidad fantástica. Le creo cuando se ríe y, por sobre todas las cosas, me duele en el alma cuando la veo llorar. Es que llora con tanta pena!! Me dan ganas de meterme a la tele a darle un abrazo y como no puedo, lloro con ella.

Si nunca han visto dramas coreanos, les recomiendo a ojos cerrados con los dedos en el agua caliente Coffee Prince. Fue mi primer k-drama y la he vuelto a ver como 5 veces, a quien se la he recomendado, la ha amado. Pueden seguir con Mi Nombre es Sam Song (sobre una gordita bien graciosa) o con Goong (sobre la monarquía coreana). En lo que a películas se refiere, les recomiendo Antique Bakery, porque todo ocurre en una pastelería y ñami.

Alergias

Desde los 8 años que sé que soy alérgica a todo. Me hice un test donde me ponían 11 «vacunas», seis en un brazo y cinco en el otro, introduciendo distintos componentes en mi cuerpo para ver a cual respondía negativamente mi sistema. En resumen, se me inflamaron todos los pinchazos. Eso significa que soy alérgica a los ácaros, a los árboles, al pasto, al pelo de los animales y aun montón de otras cosas que hay en el ambiente.

En esa época, el test que había disponible en Chile seguramente era con 11 componentes pero como pueden ver en la foto que conseguí y que ven acá arriba, ahora es mucho más específico y pueden hacerse el test para más de 30 elementos. Y a eso va este post: si pueden, háganse el test!!

Es necesario saber qué puede provocarles una reacción alérgica. Yo tengo la suerte de que si hay ácaros me pica un poco la nariz, me salen ronchas si me pica un zancudo o se me hincha un poco el labio si como salmón; entonces me puedo preparar para tomar medidas si voy al campo, por ejemplo, y hay zancudos; o si voy a una comida y sirven salmón, como muy poco o no como.

Esta semana pasé un susto de aquellos. No me di cuenta hasta que tuve que ir de urgencia a la dermatóloga, quien me dijo a la cara «si no vienes altiro, te podrías haber muerto». Así como sé desde los 8 años que soy alérgica a un montón de cosas enanas, también sé que soy alérgica a la penicilina.

Resulta que estaba a mitad de un tratamiento para un problema estomacal y, al parecer, uno de los remedios que me recetaron tenía un componente primo lejano de la Penicilina. Como el tratamiento era en dosis mínimas y por poco tiempo no pasó a mayores, pero el jueves desperté con las piernas llenas de ronchitas, como zampullido. Una hora después, se había esparcido a mi torso, brazos y pies. Como me asusté, fui de urgencia al dermatólogo y ya saben qué pasó.

Claro, yo le dije al médico que era alérgica a la Penicilina y no sé bien dónde ocurrió el error. En este caso no fue culpa mía, pero si ustedes no saben si son alérgicos a algún medicamento o alimento, les puede pasar algo peor. Así que consideren mi súper experiencia, que pudo terminar en algo gravísimo, y si pueden, háganse el test. Mejor saber.

Blogs: Tom & Lorenzo

Empecé a leer a Tom & Lorenzo por su blog dedicado a Project Runway, el único «reality» que sigo sagradamente en todas sus versiones. No recuerdo cómo llegué a ellos, que en ese entonces tenían un blog llamado Project Rungay, pero me hice fan de cómo escribían, la dedicación que le daban a sus posts y que, por sobre todo, se notaba que entendían un montón de moda, de cómo funcionaba el programa, de qué buscaban los jueces y de lo graciosas que podían ser algunas de las opciones de ellos a la hora de elegir ganadores y perdedores. (Los posts especiales en que inventaban ‘peleas’ entre Nina García y Heidi Klum siempre serán mis favoritas).

Hace poco más de un año se cambiaron a su propio dominio y empezaron Tomandlorenzo.com, así que obvio que los seguí allá. Y se expandieron. Ahora no sólo hablan de Project Runway sino que, como son pseudo-celebridades en el círculo de la moda, los invitan a las muestras de diseñadores importantes y les envían catálogos por adelantado, así que nos muestran qué viene antes que las revistas de moda lleguen a los kioskos.

Además de lo que podemos encontrar en papel, Tom & Lorenzo cubren algunos programas de televisión (Glee, Revenge, The Walking Dead, Mad Men, True Blood), las Alfombras Rojas de todos los premios importantes y no tan importantes en Estados Unidos y Reino Unido (léase Oscar, Globos de Oro, Grammys, Baftas) y premieres de películas donde salga gente estilosa. Amo estos posts. Los comentarios son graciosísimos y muy en su estilo, que ya conozco y que deberían darle una oportunidad para esos días fomes en que quieren leer/ver algo bonito, sobre moda y súper IN.

Lady Gaga, Riahnna, Kate Winslet, Cate Blanchett, Kate Middleton, Tilda Swinton, John Hamm, Alexander Skarsgaaaard, RuPaul y una tonelada de otros nombres son siempre incluidos en los posts, ya sea apariciones en la calle o en revistas o en eventos.

Les recomiendo este blog porque de verdad me entretiene mucho. Es mi lectura obligada del fin de semana, cuando tengo tiempo de revisar todo lo que han posteado sin spoilearme para el último capítulo de Project Runway. El blog es lindo, está bien construído y hasta pueden comentar.

Lo último, que no sé bien de dónde viene pero me hace morir de la risa cada vez que lo veo, es cuando incluyen a Lea Michelle (la de Glee) en los posts y el único comentario que ponen debajo de la foto es «of course». Jajjaa. Genios.

Así que ya saben, Tom & Lorenzo: Fabulous and Opinionated.