Iba a escribir de otra cosa pero me atraganté cuando vi Neverwhere en mi lista de cosas para postear. Es mi libro favorito de la vida, entonces ¿cómo no escribir de él y aprovechar de escribir de Neil Gaiman? Uy, me dio dolor rico de guata.
Advertencia: este post puede ser larguísimo y fangirly.
Neverwhere es un cuento de fantasía, sobre un Londres que existe debajo del Londres que conocemos. Es un lugar donde las ratas tienen monarquía, los humanos les sirven, hay cortes y mercados y gigantes y guerreros y malos malosos, obvio.
Todo empieza cuando Richard Mayhew se muda a Londres y empieza a ordenar su vida con trabajo, novia, amigos, todo bien. Hasta que un día encuentra a una niña sangrando en la calle y decide ayudarla. De ahí en adelante, su vida cambia para siempre, desapareciendo del mundo real y existiendo sólo en este Londres subterráneo, donde debe enfrentar a monstruos (sus propios monstruos) para poder conseguir la ayuda de un ángel, quien lo devolverá a su hogar y le entregará a la niña la verdad sobre el destino de su familia.
¿Ven? HISTORIÓN. Y eso que no les conté que tienen que hacerlo todo contrareloj porque hay un par de malulos que persiguen a la niña que Richard encontró, que tienen la ayuda sólo de un reconocido embaucador y que el tiempo es corto porque como que viene el Apocalipsis. Casi.
Amo Neverwhere porque es rápido de leer, es entretenido, tiene personajes increíbles y si te gusta Neil Gaiman, puedes encontrarlo en cada centímetro del libro. Es tan él. Hay mercados (en todos sus libros hay mercados!) y gente extraña que no habla y cosas inanimadas que son graciosas y un par de malos malosos a quienes amo más que al protagonista y eso es decir mucho porque Richard Mayhew es perfecto. Para mí. En general. Le amo con locura. Pero los malos me hacen tanto reír y me dan escalofríos y qué ganas de que salieran más.
Neverwhere fue una serie de televisión primero, que Neil Gaiman escribió para la BBC después de terminar Sandman (todos conocen Sandman, ¿no? Bien). Pero no quedó contento con el resultado así que se puso a escribir la historia como él quería contarla, sin productores ni presupuestos de televisión entre medio, y Neverwhere es el resultado. Libro más lindo del mundo.
Llegué a Neil Gaiman por Tori Amos. Tori mencionaba al tal Neil en varias canciones y, como tuve que investigar para poder entender algunas de ellas, descubrí que se trataba del creador de Sandman, Stardust, American Gods, Anansi Boys, Good Omens y un montón de otros libros, incluso algunos para niños. Una muy querida amiga, fan también de Tori Amos, me mandó Neverwhere para mi cumpleaños hace siglos y recuerdo que lo terminé y a los dos minutos ya estaba leyéndolo de nuevo. Me fascinó. Lo leo todos los años.
Otro día podría hablarles de la amistad súper cool entre Neil y Tori. Por ahora les digo que desde que se hacen guiños artísticos en los libros o canciones que escriben, siempre fueron de mis celebridades/personajes favoritos. Leer el libro de uno mientras escuchaba el CD de la otra era el cielo mismo, aunque Tori siempre me ha dado la sensación de estar medio loca, entonces como que me da susto pensar en conocerla.
Neil no. Neil es sencillo, no presuntuoso. Así escribe y así es. Es medio callado, tranquilo, habla despacito, anda siempre vestido de negro (chaqueta de cuero incluida a veces), con el pelo desordenado sin importar cuánto intente peinarlo (algo de Harry Potter tiene), y los bolsillos llenos de lápices y plumones porque siempre hay alguien que quiere que le firme algo y él nunca se niega.
Hace años que mantiene Neilgaiman.com, donde él escribe sobre lo que está haciendo, en qué está trabajando, sobre su familia y sus perros. Neil también fue fan (de la ciencia ficción, de los cómics, de bandas de rock en los 70), entonces entiende la necesidad del fan de conectarse con su objeto de admiración (sanamente, obvio) y de ir a ferias de libros y convenciones de fans y conversar con ellos.
Neil tuvo la suerte de conocerme, en Edinburgo, el 19 de agosto de 2009. No es que yo celebre ese aniversario todos los años con una velita ni nada, ah? Nada que ver.
Si yo amaba a Neil Gaiman antes de conocerlo, después de poder conversar con él mientras firmaba mi copia de Stardust (idiota yo, debió ser Neverwhere pero no la llevé, ARGH) terminé más contenta y fan que antes. Mientras yo tiritaba, él tiró la talla y ahí full relax los dos. (Él dice que igual se pone nervioso al conocer a los fans y yo estaba conociendo a mi ídolo así que el manojo de nervios no era yo no más).
Nunca lo encontré rico, no. Mi admiración va por otra parte. Me gustaría vivir en su cabeza un día y ver qué historias están dando vuelta por ahí, encontrar la segunda parte de Neverwhere, que siempre dice que la va a escribir y hasta ahora nada (dicen que está trabajando en el guión para una película y yo ya tengo a todos los personajes con actores elegidos! Ya po, Neil, que se me van a poner muy viejos algunos).
Ese es mi libro favorito y mi autor favorito, claro. Apuesto que pensaron que era Harry Potter, ah? Nop. O sea, sí, me encantan pero cuando pienso en Neverwhere, me da maripositas en la guata altiro, es una sensación de alegría tan grande, tan «tengo que leerlo de nuevo», que es imposible que otro libro sea más importante que este. My precioussss.