Actrices: Rachel Weisz

Rachel Weisz llegó a mi vida como a la vida de muchos de ustedes, imagino, en La Momia. Yo creo que ni ella imaginó jamás lo que esa película iba a hacer por su carrera, porque harto mala que es, aunque entretenida. La bibliotecaria más loca del mundo en una historia fantástica por donde se le mire. Me gustó altiro Rachel Weisz y quise ser bibliotecaria como ella (me duró re poco ese deseo igual).

Me gusta Rachel Weisz porque es talentosa. Ha tenido la sabiduría de matizar su carrera con películas dramáticas y comedias, con historias de época y cuentos contemporáneos, dándole vida a la jovencita de la película o a la mujer fuertona, sufriendo y riendo, pero siempre creíble.

Además, es minísima. Ya me quisiera yo ese cuerpazo. Consideren que Rachel tiene más de 40 años y se ve de quince menos, sin importar el Photoshop que le apliquen en L’Oreal cuando hacen las campañas para sus cremas. Rachel es hermosa igual, con o sin arrugas alrededor de los ojos. Esa es la parte que no entendieron en la firma de cosméticos.

Desde La Momia que sigo a Rachel Weisz y sí, he tenido que verla en bodríos, pero mirando la filmografía (y hoy sí tuve que hacer trampa y mirarla, para las otras entradas había escrito todo de memoria) no han sido tantas y he disfrutado casi todos sus films. Revisemos.

Rachel, antes de La Momia, hizo Swept by the Sea, esa película lacrimógena donde Vincent Pérez era un náufrago y se enamoraba de la chiquilla del pueblo y recuerdo que hubo como cuatro películas similares esa década. Mmm. Pero después viene The Land Girls y por Dios que amé esa película. Es sobre cómo las mujeres que se quedaron en casa (porque los hombres se fueron a la guerra) tienen que sobrevivir, las penurias que pasan y las amistades que forman. Salen hartos actores que me encantan y la película es muy, muy buena. Se las recomiendo.

Tras hacer papeles chicos en películas como About a Boy, más Momias, The Runaway Jury, se vienen dos películas en las que brilló con razón: The Constant Gardener y Constantine. Miren los títulos, recuerden las películas, no pueden ser más diferentes pero Rachel logra darle vida a dos mujeres que pasan por realidades absolutamente desiguales y ser creíble en ambas.

Confieso que me gusta más Constantine. Amo todo lo que esa película elige ser, hasta Keanu Reeves, a quien en este caso le sirve tener una sola expresión facial y dejar que los demás actores hagan la pega por él. Aquí Rachel hace de hermanas gemelas, una súper mística y otra que se niega a aceptar la existencia de los demonios y demases. Me encanta. Aparte que sale Tilda Swinton haciendo lo que mejor sabe hacer: confundirnos con su sexualidad, su actuación y su todo.

Quiero mencionar The Fountain, que mucha gente odió pero que a mi me hizo llorar a mares. La encontré preciosa, por primera vez y después de mucho me gustó Hugh Jackman; también me gustó la música, los efectos especiales, la idea de la historia y Rachel, claro.

En lo último que la vi fue en The Deep Blue Sea, de la que hablé hace un par de semanas. Si tuviese que elegir una de sus película basada en esa época, en todo caso, elegiría Enemy at the Gates porque pucha la película entretenida. Jude Law y Joseph Fiennes intentan localizar y aniquilar, claro, al tirador enemigo que les está haciendo pebre las tropas: Ed Harris. Rachel hace de una rusa que pelea para poder salvar a su familia y se involucra con el personaje de Law, pero eso es lo de menos; la película es tan rápida, está tan bien hecha que yo transpiro con los soldados, aunque estén en la nieve, de puro nervio porque OH MY GOD.

Ya. Les recomendé hartas películas de Rachel, así que cuando tengan tiempo, dénles una oportunidad. Hasta las antiguas, difíciles de conseguir. Son todas, todas buenas. Y Rachel, maravillosa en ellas. Me declaro su súperfan.

Fin de semana de película

Como no tengo tiempo en la semana para ver películas, dejo el sábado y domingo para instalarme frente a la tele a ver los filmes que tengo guardados. Mi meta anual es ver 100 películas al año, así que hacerse el tiempo para lograrlo a veces es difícil. (Quizás en la semana hago un flashback a enero y les cuento de las películas que vi ese mes, para no dejarlas fuera).

Este fin de semana, vi tres nuevas películas, así que empecemos:

Textuality

¿Ven cómo salen los actores con los teléfonos en la mano en el póster? Se supone que la historia va sobre cómo estamos todos hiper conectados, sin soltar el teléfono ni en la cama y cómo afecta eso nuestras relaciones amorosas, de amistad, de trabajo. El problema es que no hay mucho de eso. Sí, se mandan mensajes de texto y hay harto rompimiento de relación a través de msm (lo peor!), pero en resumen es la típica película sobre el tipo buen mozo que tiene como tres pololas y arregla las citas a través del teléfono; y de una muchacha que también tiene como tres pololos y hace como lo mismo. O sea, pfftt.

Conseguí la película porque sale Carly Pope, algunos la recordarán de Popular (qué buena esa serie). La he visto en otras ‘comedias románticas’ y me sorprende cómo con el tiempo ha ido aumentando sus tics y disminuyendo la calidad de las cosas que elige hacer. Mal, Carly. Te teníamos fe.

The Deep Blue Sea

Rachel Weisz. Esa era razón suficiente para ver esta película y esperarla por meses. Sale también Tom Hiddleston y, aunque me había gustado en Thor, no lo había visto actuar mucho así que no sabía qué esperar.

No he leído el libro así que no sé si es elección del director o una adaptación fiel el hacer la película con un tono bien lento, con harta sombra, casi como con desconexión y esa sensación de «todo se va a acabar en un segundo».

Hester (Rachel) está casada con un juez a punto de jubilar pero se enamora de Freddie (Hiddleston), un piloto que lo pasó mal en la guerra. El affair es tórrido, de esos que te hacen doler la guata, pero pasan cosas y, por lo menos yo, no entendí por qué esta mujer estaba tan enamorada de este tipo. Quizás el deseo de querer algo nuevo, algo mejor, algo que la despertara interiormente era más fuerte que quedarse en casa con su marido y su estricta madre; quizás todo eso se confundió en amor y pasión y por eso es tan inconcebible para Hester dejar de estar con Freddie.

Como amo las películas sobre la Segunda Guerra Mundial, amo la ropa, el estilo, la música por sobre todo, así que igual me gustó esta película. Me recordó en algunos momento a «The End of the Affair», la versión con Julianne Moore y Ralph Fiennes, y eso no tiene nada de malo.

Forget Me Not

Esta película me engañó. La bajé porque sale Tobias Menzies (Brutus en Rome) y me encanta y hey, no sale vestido de época. Pensé que iba a ser la típica comedia romanticona pero a la inglesa y me encontré con una versión British de «Antes del Amanecer».

Will (Menzies) intenta suicidarse en su departamento cuando escucha gritos en la calle. Al mirar por la ventana ve que están atacando a una mujer así que baja a ayudarla. De conversación en conversación, paseo en paseo, Will y Eve pasan 24 horas juntos, hablando de la vida, de sus relaciones, de experiencias pasadas, etc.

Podría ser una copia mala de «Antes del Amanecer», película que adoro, pero termina siendo una versión nueva, no copiada, con personajes creíbles a los que de verdad entiendes en algunos momentos y en otros no sabes para dónde van. Eso te mantiene atento y ¿no es eso lo que busca uno en una película? Cuando me empiezo a distraer y hago listas para el supermercado sé que la película no me gustó nada.

Tiene un final un tanto cursi para mí, hubiese sido feliz sin eso, pero de que está bien escrita, bien actuada y con una banda sonora que quiero ahora ya, no se puede negar. Recomendable para las romanticonas que quieren ver enamorarse a gente linda pero medio cagada.

Ya, y hoy en la noche son los Oscar así que mañana les cuento cómo me fue con las predicciones. 🙂