Desayunito

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Soy muy fan del desayuno aunque puedo vivir sin desayuno. Raro, ¿no? Me acostumbré de niña a no tomar desayuno en mi casa, porque me sentía mal en la micro, entonces llevaba conmigo una cajita de leche con chocolate y un pancito al colegio o a la universidad. Ahora, que soy adulta responsable, sigo haciendo lo mismo, aunque ya no voy en micro a trabajar. Me llevo un pan y tomo desayuno trabajando. Me acostumbré.

Quizás por lo mismo, amo mucho poder tener tiempo para hacerme un desayuno rico. También amo salir a tomar desayuno así que los lugares que tienen disponible la comida de desayuno todo el día son mis favoritos.

Café rico, tostadas francesas, fruta y yogurt, un pan calentito y crujiente, un té recién hecho, pan con tomate, marraqueta tostada con harta mantequilla, jugo de naranja o piña. Amo todo, no junto onda al mismo tiempo, pero todo.

 

Si tengo palta pongo un pan de molde en el horno hasta que esté bien crujiente y le pongo encima palta y un huevo frito. El café con leche de soya o almendra y si hay, un vaso de jugo. A veces me siento capaz de agregarle un yogurt con cereal o con fruta, empecé de a poco a comer yogurt sin sabor pero con miel y frutilla, o con un poco de azúcar flor y fruta. Ñami ñami.

Cuando viajé a Escocia probé el desayuno típico de allá que tiene porotos dulces y salchichas y haggies y es muy salado calórico llenador, muy distinto a lo que estaba acostumbrada a comer en cualquier otra parte, y me gustó igual. Es que el desayuno es una maravilla en cualquier latitud. Además que me gusta el pan y probar pan de distintas partes del mundo es el sueño de mi vida onda hacerlo programa de televisión jaja C13, llámenme. ¿El desayuno más decepcionante? París. Un café enano con un croissant sin nada. THE FOMEST. O debiese escribir ‘le fomée’.

¿A qué iba este post? A que amo tomar desayuno pero no tanto en la mañana porque me cuesta comer tan temprano. Pero tipo 9am? Delicioso. Denme Desayuno así con mayúscula. Siempre.