Vacaciones 2018: Oxford

Viaje por el día.

Después de visitar Stonehenge y Bath, con mi cuñada nos escapamos por el día a Oxford.

Seguro ustedes conocen la ciudad, ya que ahí está la universidad del mismo nombre. En realidad la ciudad está llena de campus que pertenecen a la Universidad, así que hay estudiantes por todos lados y, en resumen, la ciudad sobrevive gracias a ese establecimiento.

 

Es todo muy antiguo, muy de piedra.

 

Tuvimos la «mala suerte» de ir justo el día en que se graduaba mucha gente, así que la mayoría de los campus estaban cerrados por las ceremonias. Lo chori fue ver a los chiquillos en la típica capa negra pero muy bien vestidos, caminando por la ciudad. Todo muy posh, muy cuico. Me acordé de la película The Riot Club, que filmaron ahí y trata de un grupo secreto de alumnos de Oxford (la película no es tan buena pero tiene tanto actor joven talentoso buen mozo británico que igual la amo un poco mucho).

 

Harto turista igual, aprovechando el solcito.

 

Combinando Extravaganzza.

 

Mucha gente.

 

Como dije, estaba casi todo cerrado y lo que estaba abierto, cobraba entrada (obvio). Pero igual saqué fotos porque jelou.

 

Aquí dentro grabaron la lección de vuelo en La Piedra Filosofal. No entramos porque estábamos en onda ‘no pienso pagar entrada a nada’ y no me arrepiento.

 

El mismo edificio, desde otro ángulo. Entramos acá buscando pastito donde tirarnos un rato.

 

Jardín Botánico. Lo que me gustó de este lugar es que afuera hay una placa que te cuenta que todo este terreno, junto al hospital que está al frente, eran de propiedad de los judíos, hasta el año 1100 y algo, cuando expulsaron a todos los judíos de la isla (porque tenían el poder económico). Pudieron volver 300 años después.

 

Se puede pasear en estos botecitos. Algo que he aprendido, a la mala, cada vez que veo río de este tipo en Europa: está lleno de bichos. Debo recordarlo para el futuro.

 

Fuimos a la Torre de Oxford, tampoco entramos. Mi excusa es que si no tiene episodio especial en el documental Grandes Castillos de Gran Bretaña, no se merece mis libras. (Véan ese documental en Netflix, es MUY bueno).

 

¿Por qué no?

 

Amo mi cámara.

 

«No Bycicles»

 

Ese es Oxford. Me gustó? Sí. Volvería? No. Me deprimen los lugares donde te cobran por todo, aunque pudiera pagar la entrada -porque no suelen ser caras- me da lata que cobren, aunque entiendo que lo hacen para mantenerse. Como sea, Oxford es bonito y vale la pena el viaje desde Londres. En tren son dos horas de viaje y el ticket ida y vuelta cuesta 26 libras por persona. Lo mejor de la ciudad es el Café Coco, donde tomé la limonada más deliciosa que he tomado en mi vida! (Mi cuñada dice que el jugo de naranja que pidió estaba hiper delicioso. Después pedimos otro trago, con edelflower, y ni les explico lo rico que estaba).