Dos películas, una clásica y una independiente.
Rudderless
Después de una pérdida trágica, un hombre termina viviendo en un bote y alejado de su familia. Gracias a la música, logra volver al mundo, inspirando a un chiquillo casi igual de perdido que él.
Me demoré mucho en ver esta película porque aún me duele la muerte de Anton Yelchin y ahí sale él, muy chascón, tocando la guitarra. Soy muy fan de Billy Crudup, en lo que sea, y acá sale tan bien. El papel le queda fantástico y me encantó. Sufrí, me reí, me emocioné y lloré harto al final. Harto. Muy buena, de lo mejor que he visto este año, definitivamente me la voy a repetir.
My Man Godfrey
Una burbujeante chica de sociedad conoce a un vagabundo y lo invita a trabajar de mayordomo en su casa. Ya saben, algo muy normal en el Nueva York post-depresión.
Esta película de 1936 es en blanco y negro y hace mucho que no veía una cinta así. Protagonizan William Powell (a quien sólo conocía de nombre por una talla que le pasó a mi Chichi y que es muy rechistosa) y Carole Lombard (a quien conocía porque se casó con Clarke Gable).
Es una película bien liviana, casi comedia pero not really, con harto cliché que en esa época no era tan cliché. El personaje de ella es bien hinchapelotas, la verdad, y él es medio sin personalidad pero asumo que para la época era lo mejor de la vida. Está en Netflix.
No he superado lo de Anton, me encantaría ver esa película porque Crudup me parece un genio. pero no sé si podré.
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Si yo pude, tu puedes! Aunque quizás mi amor eterno por Crudup fue más fuerte (lo amo desde hace demasiado tiempo y creo que ha envejecido tan bien, TAN BIEN).
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