Buenos Aires, parte 2

La primera parte está aquí.

El resto de los días, lo pasamos conociendo la ciudad. Decidimos comprar los boletos para el bus hop-on/hop-off que es la forma más cómoda de conocer cualquier ciudad grande sin tener que aprender a tomar metro/micro ni caminar quince minutos a un paradero. Te bajas, conoces, esperas ahí mismo el otro bus y listo, siguiente parada. Me encanta. :p

Aprovechando el trayecto que hace el bus en Buenos Aires, conocimos varios lugares: la Recoleta, Palermo, Barrio Chino, el Aeroparque, Caminito, Belgrano y el centro histórico.

*Las opiniones vertidas en este blog son de exclusiva responsabilidad de quien las emite, o sea yo. No son un ataque a la ciudad/país en cuestión, son mi percepción como ciudadana del mundo y tengo derecho a que ciertas cosas no me gusten. Así que si ud se siente ofendido por lo que escribo sobre su ciudad/país, entienda que no es un ataque personal y que todos tenemos derecho a amar/odiar ciertas cosas. En resumen, no sea menso ni me deje mensajes mala onda como cierta señora que conozco que no supo lidiar con que yo dijera que en España no había gatos. ¿Ya? Ya. 

Empezamos en la Plaza San Martín. En frente hay otra plaza, como en una loma, preciosa pero llena de basura, asquerosa. Mi tíopadrino dijo que era por las celebraciones del día anterior (los hinchas de Boca), pero yo vi envases de McDonald’s por todas partes… o sea, hacen el picnic pero no botan ni se llevan los envases. Un uno.

La parte linda de la plaza es que tiene espacios especiales para los perros y habían taaaaaaantos, fue hermoso. Y tanta raza junta y extraña, perros gigantes aguantando a los más chicos y todos en paz y armonía. Lo amé.

Algodón po. En los árboles. (No sé si es algodón en realidad pero parece y se ve bonito)

#Nerd

Olvido qué monumento era esto… a Naciones Unidas, parece.

Pude sentir la primavera de verdad, no esta cuestión bipolar que tenemos en Santiago. Jaja. Fue rico.

Como agarrar el primer asiento en el bus y poder ver todito, todito.

Gente que trabaja paseando perros. Qué cuestión más bacán. Intenté contarlos y creo que son 16 (en realidad cada vez que los cuento, me sale un número diferente jajaj).

Nos bajamos en El Planetario pero no entramos. Frente a este edificio, muy bonito por cierto, hay una laguna llena de aves, las que se pasan a la vereda porque no hay reja ni nada. Son dueñas del lugar y me encantó eso. Igual da susto pasar por el lado porque son muchas y los gansos son cosa seria.

GANSOS. Amo los gansos. Me hacen reír tanto, por dios. #Abigail

Tíopadrino casi se murió del soponcio cuando le dije que quería comprar un choripán en un carrito frente al Planetario. ¿Qué quéeee? Pero compré y aahh, estaba DELICIOSO. Y no me morí ni me dolió la guata así que yay.

Y después fuimos al Barrio Chino, que es chiquitito también (todo es chiquito en Buenos Aires y yo iba jurando que iba a ver cuestiones apoteósicas, pfftt). Eniwei, salgo haciendo mi mejor imitación a las asiáticas cuando se sacan fotos. 😀

Eso sería el paso por Buenos Aires. Me queda un post sobre las vacaciones y termino, lo juro. 🙂