Hola, me llamo Natalia y soy Feminista.

Derribando mitos y aclarando cosas.

Vamos por parte.

¿Qué es ser feminista?
Es querer que tanto hombres como mujeres tengan los mismos derechos y oportunidades.

Eso es todo. Se ha manoseado tanto el concepto que hasta las mujeres corren cuando escuchan la palabra Feminista. Piensan que ahí vienen las locas fanáticas de la pachamama que odian a los hombres, no se depilan y quieren imponer sus visiones extrañas del mundo. Y NO. No es eso. Es querer que seamos todos iguales.

No voy a escribir un discurso sobre opresión y discriminación porque son palabras que me provocan puras cosas negativas, pero que están presentes en nuestra historia de un modo brutal. Desde que empezaron a quemar mujeres por brujas y echaron a Eva del paraíso.

¿Por qué les cuento esto?
Porque así como decidí hablar sobre el cambio que quiero realizar en este post, también quiero ayudar a mejorar al mundo desde mi butaca de mujer. Quiero hacerle entender a la gente que me rodea (mucho hombre machista, digámoslo) que yo no soy inferior a él porque no tengo pene, que mi lugar no está en la cocina, que mi destino final no es llenarme de guaguas y que si hago la misma pega que ellos (hasta con el mismo título), merezco que se me remunere igual.

Insisto, esto no se trata de empezar una guerra contra los hombres, aquí no hay ataque hacia ellos; se trata de dejar de lado las injusticias que se cometen con el género femenino, se trata de lograr la tan anhelada igualdad, se trata (y este punto para mi es quizás el más importante) dejar de perpetuar prácticas cavernícolas que no le hacen bien a nadie y dejar de perpetuarlas en la crianza de la nueva generación, niños que tienen mamá y papá, iguales, con los mismos derechos y obligaciones (sí, es lindo que un papá mude a la guagua pero no le tiremos fuegos artificiales, es su deber).

¿Por qué es necesario?
Porque las injusticias van más allá de que nos paguen menos por hacer la misma pega. Y no tiene que ver con rabia, tiene que ver con frustración y, sobre todo, con miedo. Cuando nos enseñan, de chiquititas, que no podemos usar cierta ropa o decir ciertas cosas o salir solas o de noche porque nos pueden violar; en vez de enseñarle a los hombres que violar/atacar mujeres está mal… estamos mal po. Cuando las niñas crecen creyendo que tienen que aparentar ser menos inteligentes que los hombres para que así se interesen en ellas… estamos mal po.

Porque casi me pongo a llorar después de leer lo siguiente en Tumblr:

Si pones a un hombre rodeado de mujeres en una habitación, se emociona.

Si pones a una mujer rodeada de hombres en una habitación, se aterroriza.

Porque es cierto, da miedo y no debería. Somos todos humanos, nadie es mejor que el otro por tener órganos de más o de menos. Los niños no son más débiles porque lloran o demuestran emociones; las niñas no valen menos porque se interesan de su aspecto físico o tengan menos fuerza en sus músculos.

Obviamente, es una pelea que se da todos los días y no es una bandera exclusiva de las mujeres. Los hombres tienen mamá, hijas y hermanas; y creo que si quieren un mundo mejor para ellas, donde no se preocupen de estupideces como no poder ir a la esquina solas, también deberían educar a los hombres a su alrededor, enseñarles que las mujeres no son cosas que se toman, se usan y se dejan; que tenemos el mismo valor que ellos, que tenemos las mismas capacidades y que respetándolas (enseñándoles a respetarse también, a si mismas y las unas a las otras), esta cuestión mejora.

Eso opino.