Actrices: Laura Fraser

Vuelvo a Gran Bretaña para presentarles a Laura Fraser, a quien sigo hace siglos.

Laura Fraser es de esas actrices que uno ve en hartas partes pero nunca te molestas en aprender su nombre. Lo que es una pena porque ha tenido varias incursiones bastante buenas en cine y en televisión, aparte de una suerte incalculable al trabajar con  lo mejor de lo mejor del mundillo británico. La envidio harto. ¿Se nota? Jajaja.

Laura es de Glasgow, punto para ella porque todo lo que venga de Escocia la lleva y es bakán. Con ese acento característico se ganó el protagónico en una serie que debí amar pero no pude. Laura fue Door en Neverwhere, en la que se basa mi libro favorito de Neil Gaiman y de la vida en realidad; pero no pude ver más allá del primer episodio. Es que me cargó. A pesar de que en el futuro me gustaría Laura mucho, no la soporto como Door. Es demasiado mujer, demasiado adulta, demasiado todo. No es Door. Nunca fue Door. Y ella es el menor de los problemas que tengo con esa miniserie así que mejor cambiemos el tema. Uff.

Después de pasar por varias series de televisión británicas, obtuvo un pequeñísimo primer rol en El Hombre de la Máscara de Hierro, la que la llevó al semiprotagónico en Divorcing Jack, de la que hablé cuando postée sobre David Thewlis. Me encanta esa comedia. Es ridícula pero amorosa. Ahí Laura es Margaret, la mujer que inicia el relato y le da cuerda a la acción.

En Virtual Sexuality actúa junto a Rupert Penry-Jones, washón de la vida mundial (ya les voy a hablar de él). Esta película es atroz. Trata de la realidad virtual, obviamente, y de un tipo que no es real y es como el tipo perfecto y la película es hiper chillona con una moda noventera asquerosamente atroz. En serio. Me dolió verla pero los actores que salían eran topísimos!! Tenía que hacerlo! Por el bien de la sociedad, como dice mi media naranja. Jajaja.

En 1999, aparece como Lavinia en una nueva versión de Titus, la obra de Shakespeare. Protagonizada por Anthony Hopkins y Jessica Lange (amamos), la historia de muerte y decepción shakesperiana recibe un tratamiento estético bien interesante. Me gustó la película porque se basa harto en la obra original (no siempre pasa) y porque tiene una concepción de arte moderna pero bien básica; eso de que todo huela a lodo de colores, a yeso seco, a pintura quebrajada combina tan bien con la guerra y las armaduras y la sangre, que se ve fantástico. Ah, y las manos de árbol de Lavinia también, claro. Escena más atroz de ver que esa no hay.

Y aquí llego a una de mis películas favoritas de la vida y una que apuesto ustedes vieron, aquí van a reconocer a Laura Fraser sí o sí. Hablo de Corazón de Caballero o A Knight’s Tale. AMO ESTA PELICULA. La he visto como chorrocientas mil veces. Es que es TAN entretenida. Es linda, es simpática, es sencilla, es colorinche pero nunca tanto, es romántica, es musical. La vi por Paul Bettany y por Alan Tudyk (el colorín, obvio) y me encantó entera. Aquí Laura es la que le hace las armaduras a Heath Ledger. Dicen las malas lenguas que andaba con Paul Bettany la muy suertuda! Como que la odio un poco igual. Jaja.

Tras un papel enano en Vanilla Sky, que es mejor saltarse en la vida encuentro porque la original es cien mil veces mejor; Laura aparece en la miniserie He Knew He Was Right.  A mi no me gustó mucho la miniserie así que como que la olvidé, jaja.

En el año 2005 trabaja con David Tennant en Casanova. Es graciosa esta Casanova. Es rápida y colorienta, se nota la pluma de Russell T. Davies y del inicio de su relación laboral con Tennant, que después daría increíbles frutos en Doctor Who. Obviamente, Laura hace del amor de Casanova. Romantiquísimo.

Luego actúa con Johnny Lee Miller en The Flying Scotsman, el Escocés Volador, sobre un ciclista olímpico y de su viaje eterno para poder llegar a las olimpíadas y representar a Escocia y ganar medallas y es tan linda esta película. Ay, el esfuerzo deportivo es el mejor. Encuentro.

Esa fue casi la última película que hizo Laura Fraser. Se ha concentrado en televisión estos últimos años y no la culpo. Le han ofrecido buenos papeles, algo controversiales, y eso debe ser hiper interesante para una actriz que ya lleva hartos años de ruedo en el negocio.

Una de las series que ha hecho es Talk To Me, que amé enterita. Son cuatro capítulos de una hora, sobre un triángulo amoroso. Dos mejores amigos y la esposa de uno de ellos (Laurita, pues). Uno de los amigos es todo pseudo rock star porque tiene programa de radio y el otro es más bueno que el pan y lo hace un actor desconocido que yo adoro así que súper buena la serie, jaja. La otra es Single Father, que protagoniza –adivinen!- David Tennant. Aquí Laura es Rita, la esposa de Tennant, que se muere en el primer episodio y por eso la serie se llama Single Father, pues, si no les contaría la película, tan mala no soy.

Lo último que ha hecho Laura Fraser es otra serie británica que se llama Lip Service. Con escenas harto menos explícitas que The L Word, Lip Service es la respuesta british a las series sobre lesbianas. Laura es Cat, una arquitecta que tiene que lidiar con el regreso de su ex a la ciudad done viven. La serie incluye a las amigas de ambas, un grupo de mujeres fuertes y que trabajan en distintos rubros y que se juntar a pasarlo bien y a pasar las penas con sus respectivas parejas. La serie va en su segunda temporada, que no he visto. Reconozco que la primera no me gustó mucho, pero no es una mala serie, para nada; sólo la encontré un poquito lenta.

Ahí lo tienen, la actriz de esta semana. De más que la conocían y ahora saben el nombre.

Me disculpo por lo tarde del post pero tuve problemas de conexión TODO el día. La compañía de Internet que ocupo me dice que es mi computador el del problema. No tengo ganas de arreglarlo, maldición. ¡¿Que no saben que tengo a mi público al pendiente y no puedo dejarlo botado?! Obvio que no saben. Idiotas.